Nuestra experiencia editando Cuentos criminales

Hoy es un día muy especial ya que después de tantos meses trabajando en este proyecto por fin ha llegado a las librerías Cuentos criminales. Para celebrarlo, nos hemos animado a contaros cómo ha sido la experiencia de editar los relatos de Laura Méndez de Cuenca.

Cuando empecé el Máster no me imaginaba que iba a formar parte de un gran grupo de trabajo ni que acabaría editando con ellos a una autora mexicana pionera del relato criminal. Al leer los libros que nos proponían editar este año, no pude evitar pensar en las dificultades que cada uno tendría a la hora de editar, ni en que todos me resultaban atractivos a la hora de trabajar con ellos. Llegó el día en que nos asignaron los libros y los grupos, y fue el día en que, tanto mis compañeros como yo, conocimos a la grandísima autora que es Laura Méndez de Cuenca.

Las primeras correcciones me parecieron caóticas, pues se nos escapaban montones de comas y teníamos que preguntarle al coordinador constantemente sobre algunos signos de puntuación que no conseguíamos encajar bien. Al final de estas correcciones, el texto se presentaba limpio y agradable a la lectura, pero empezamos a encontrar otros problemas como la paginación o el título, que tantos quebraderos de cabeza nos dio, entre otros inconvenientes.

Hace varios días me llegó el ejemplar de nuestro libro editado, y no puedo más que decir que estoy orgullosa con el trabajo que hemos hecho, que todo esfuerzo tiene su recompensa, y que gracias a esta autora, he podido conocer a mis compañeros que sin duda han demostrado ser unos grandes editores con los que me he sentido muy a gusto trabajando.

Ángela Ortiz

Fue el verano pasado. Acababa de presentar mi trabajo de fin de grado hacía unos días y con ello había acabado una etapa de certeza, de estabilidad. Mi incursión en la vida adulta era a todos los efectos inminente y cuando te das cuenta de que no puedes retrasar más eso que al final no es otra cosa que crecer, es cuando te chocas de verdad contra la pared. Y sangras. Estaba con Sara, tomábamos el sol y yo fantaseaba sobre cuál sería mi trabajo ideal. Poco a poco resultó que el sueño se convirtió en realidad como quien dice. A los pocos meses el verano ya había terminado y yo viajaba en la renfe dirección Cantoblanco con un dinero de menos en la cuenta bancaria y con unas ganas terribles de zambullirme en este máster. Meses después aunque de nuevo esta etapa de certeza y estabilidad esté a punto de desmoronarse, puedo decir que por fin tengo la seguridad de saber a qué me quiero dedicar, qué es lo que quiero algún día llegar a ser: editora. Cuentos criminales esconde dos libros en uno: la historia narrada por Laura Méndez de Cuenca y el inicio de mi propia historia.

Lucía González Velasco

De entre todas las decisiones que tuvimos que tomar en la edición de Cuentos criminales (los relatos que formaban parte de la antología, el título de un libro que partía de cero o la imagen que iría en la portada) para mí la más difícil fue dejar fuera del libro relatos excelentes, como La deseada (del que hablamos en este post), pero que no cumplían con la temática que queríamos darle al libro. La elección del título también se nos hizo cuesta arriba. Por suerte, elegir la portada fue mucho más fácil, porque una vez vimos la imagen no tuve ninguna duda. Creo que todos agradecemos a David Sueiro la paciencia que tuvo con este grupo de jóvenes editores.

Daniel Miguel Martín

«Sólo Solo sé que no sé nada».

He arrancado hábitos anidados desde la primaria; he engullido las tildes de «solo» y de los demostrativos para alimentar habilidades sobrehumanas: detectar de un vistazo dobles espacios, versales por versalitas y rayas de guion incorrectas. A la par que crece ese yo-correctora, se reabre la herida que supone verse en un mundo que parece obviar la cultura. Supongo que si quieres dedicarte a esto tienes que ser masoca o gilipollas, y la verdad peco un poco de las dos.

Pero no hay tiempo para la rabia si estás creando un libro, donde cualquier proceso que haces debería estar para ayer. Nueve meses sin pausa, un embarazo editorial en toda regla. ¿Que qué hace que esté tan feliz de un retoño que no es mío, que no he escrito yo? Fácil: he lidiado con el traumático parto y no he tenido que esperar veintitantos años a que se fuese de casa a ver mundo. Justo hoy ha llegado a librerías Cuentos criminales y me alegra que otros puedan conocer esta obra maravillosa. Aunque el verdadero orgullo, lo que permanecerá en mi recuerdo, es que será por siempre mi primogénito.

Laura Martín Rivera

Con la salida de Cuentos criminales al mundo de los libros palpables ponemos punto y seguido (siempre seguido) a una historia paralela tan llena de sucesos como la obra que nos tocó editar, pero aquello que nos pareció tan etéreo en un principio hoy ya se ha materializado. De no saber absolutamente nada, pasamos a las conversaciones casi profesionales, a tener a Laura Méndez de Cuenca hasta en la cafetería y en el tren, y ahora que la tenemos también en nuestra estantería es muy difícil no caer en la cuenta de que todas las cosas que pasamos: el estrés, las prisas, los plazos, los ajustes de última hora; fueron cosas que, poco a poco, iban construyendo algo que nos ha enseñado que fuimos capaces, a nuestra manera, de ordenar el caos.

Isabel Bravo de Soto Martín

Nuestras andanzas por Libros de la Ballena han llegado a su fin. Después de todos estos meses de trabajo y dedicación es difícil asimilar que por fin tenemos los libros en nuestras manos. Que nuestro proyecto y el de nuestras compañeras por fin se han hecho realidad. Y, sobre todo, que después de tanta espera finalmente podéis disfrutar y apreciar los maravillosos libros que hemos creado entre todas con la gran ayuda de nuestros coordinadores.

Desde el primer día de taller no dudamos en ponernos manos a la obra y, desde entonces, no hemos dejado de trabajar en nuestra antología. Por supuesto, no hubiera sido posible sin el aprendizaje que hemos adquirido con las clases del máster, los seminarios y las prácticas, que nos han hecho posible poder dar a conocer a Laura Méndez de Cuenca, sin olvidar tampoco a María Izquierdo, autora de nuestra cubierta que también merece una gran difusión.

Por nuestra parte estamos muy orgullosas de presentaros los maravillosos trabajos de grandes mujeres que merecen ser conocidas por todos. Esperamos que disfrutéis de Cuentos criminales tanto como lo hemos hecho nosotras. ¡Gracias por habernos seguido durante este trayecto!

Yolanda Tena Delgado

Cuando los primeros relatos llegaron por primera vez a nuestras manos y comenzamos a trabajar con el proyecto parecía difícil que pudiera llegar a convertirse en un libro. Con mil cosas por hacer y decisiones en las que parecíamos atascarnos, como la elección del título o la imagen de cubierta, todo avanzaba muy lentamente. Sin embargo, después de varios cotejos, revisiones, debates y reuniones de zoom, Cuentos criminales fue tomando forma. Poco a poco, con algunos tropiezos de por medio, estábamos cada vez más cerca del final.

Fue muy emocionante el día que pudimos tener el libro en nuestras manos y, ahora que por fin ha llegado a las librerías, espero que los lectores disfruten de esta antología tanto como nosotros trabajando con ella.

Ana Millet Vera

He de confesar que yo llegué al máster sin saber muy bien qué hacía con mi vida. Aun así, no me pilló por sorpresa lo maravilloso que puede llegar a ser el mundo editorial. Lo que sí me sorprendió es la cantidad de trabajo que hay detrás de un libro. Yo creía, ignorante de mi, que publicar un libro consistía en escribirlo, mirar que no hubiese faltas de ortografía y enviarlo a imprenta. Así que ya os podéis imaginar mi sorpresa cuando me di cuenta de todos los agentes que intervienen antes de que el libro llegue a librerías. Y trabajando en el proyecto de Cuentos criminales he podido apreciar el trabajo que requiere cada uno de ellos: elegir qué cuentos publicar, retocar el texto, la cubierta, promocionar por redes sociales… Es todo un mundo, y uno del que me gustaría seguir formando parte. ¡Ah! Otra cosa que he aprendido es la importancia de saber trabajar en grupo. Es importante. Muy importante.

Isabel Panadero Gutiérrez

Para finalizar, nos gustaría invitaros a conocer los libros editados por nuestros compañeros: La fuente envenenada de Alberto Nin Frías, Cuentos de barro de Salarrué y Resurrección de Joaquim Maria Machado de Assis. Si queréis saber más sobre ellos no dudéis en visitar la web de Libros de la ballena y y los blogs de cada uno de los libros.

La fuente envenenada

Cuentos de barro

Resurrección

Libros de la ballena

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